Ulrich Conrads (1923-2013) fue uno de los publicistas y críticos urbanísticos y de arquitectura alemanes más relevantes de la segunda mitad del siglo XX.
Tras pasar tres años en la guerra, Conrads inició, en 1946, sus estudios de Historia del Arte en la Universidad Philipps de Marburgo, donde aprendería sobre arqueología, literatura comparada, sociología, filosofía, y estudios teatrales. Obtuvo su doctorado sobre la representación de los demonios en las iglesias francesas del S. XII en 1951.
Poco tiempo después, iniciaría su larga y sólida carrera, trabajando como editor y director de una revista mensual; continuó su recorrido con un puesto como redactor jefe de la revista de arquitectura Bauwelt durante más de treinta años (1957-1988). En 1988 sería nombrado director de dicha revista, lo que le convirtió en un referente dentro del mundo de la crítica en Alemania.
Ulrich Conrads promovería la arquitectura moderna y la planificación urbanística que se encontraba en auge en la Alemania de la época (debido, en parte, a la reconstrucción de las ciudades después de la guerra), mediante revistas y sus propios libros, algunos de ellos muy influyentes, como Arquitectura, escenario para la vida.
Arquitectura, escenario para la vida, es una obra estructurada en capítulos, abarcando el prólogo, 15 capítulos, datos y fuentes y un apéndice crítico. A lo largo de los capítulos va desarrollando los 3 conceptos que nos presenta en el prólogo: arquitectura, espacio, juego.
A través de este libro, Conrads intenta reflexionar sobre la relación entre el entorno privado y público de las personas, explicando cómo podría ser una ciudad adaptada al hombre para que éste pueda vivir en condiciones, poniendo como ejemplo la utópica ciudad jardín. También critica y habla de cómo es la realidad que hemos construido siguiendo los pasos y las órdenes de grandes arquitectos, obteniendo, de esta manera, espacios para no vivir llenos de grandes edificios.
Nos muestra cómo vemos o cómo podemos llegar a ver la ciudad, ya que realmente somos nosotros los que le damos significado cuando paseamos y recorremos sus calles. También da otro punto de vista sobre cómo se ve la ciudad desde fuera, cuando simplemente las personas somos meros observadores y la vemos a través de una ventana. Son las ventanas las que, para el autor, representan ese vínculo entre lo interior y lo exterior.
Explica que el ser humano necesita experimentar la “totalidad” en todos los aspectos de la vida, y que por eso necesitamos dar o buscar significado a todo aquello que vemos y percibimos. Para él, una característica de la buena arquitectura y urbanismo es que los edificios nos den la suficiente información y sentido para que nuestras dudas principales se respondan, pero que quede margen para la duda y la imaginación, de forma que nunca nos sacie verlo.
Vivimos recorriendo espacios interiores y exteriores intentando hacerlos nuestros para sentirnos cómodos y seguros en ellos, aquí la importancia del espacio propio, ya que éste es esencial para nuestro desarrollo individual. Le da un gran valor a la vivienda, ya que es en la que mayor tiempo de nuestra vida pasamos, pero sin olvidar la importancia de la ciudad, sus calles y sitios.
Por esto es tan importante nuestra labor como interioristas, ya que somos los responsables de crear estas sensaciones e influencias en una misma persona, al menos en el interior de un espacio.
Bajo nuestro punto de vista, la perspectiva que tiene el autor sobre cómo debería ser una ciudad, sus espacios y la manera de habitarla, es bastante avanzada para la época en la que él vivía y en la que escribió el libro. De hecho, muchas de las cosas que propone a lo largo del libro ni siquiera hoy en día hemos sido capaces de llevarlas a cabo.
Nos ha parecido muy interesante la filosofía con la que él ve la ciudad, de hecho la compartimos. Para nosotras, al igual que Conrads, es muy importante el concepto de ciudad verde y de la ciudad hecha realmente para habitar, ya que esto puede aportar a las personas gran cantidad de beneficios tanto para la salud como el bienestar.
En cuanto a aspectos negativos , nos gustaría destacar la composición del libro. Durante la lectura, se nos ha hecho complicado saber dónde empezaba y acababa un capítulo, ya que hay muchos apartados y sub-apartados enlazados de una manera poco clara, lo que ha dificultado un poco la atención en lo que estábamos leyendo.
Sin embargo, el hecho de que hayan tantas imágenes hace que el libro se haga ameno, entretenido y sea rápido de leer, de modo que equilibra un poco la lectura. En muchos capítulos entiendes mejor el texto gracias a las imágenes.
Recomendamos el libro a todo tipo de público, no solo a gente especializada en diseño y arquitectura, ya que te puede ayudar a entender bien los espacios tanto interiores como exteriores, además de aportar muchas nuevas ideas.
Respecto a la repercusión del libro, vemos que cuatro décadas después aún queda mucho trabajo por hacer si se quiere conseguir un modelo de ciudad como el que propone el autor.
Reseña de:
Llúcia Sifres Pastor
María Simón Cuartero
Diseño de interiores. 3DIBM. 2022-2023, EASD València
Asignatura: Estética y Tendencias Contemporáneas del Diseño de Interiores