Artista y diseñador polifacético, Bruno Munari (Milán, 1907 – 1998) es considerado a día de hoy una de las figuras internacionales más influyentes e importantes del diseño del siglo XX. Gracias a sus aportaciones e investigaciones fundamentales en diversos campos de la expresión visual (pintura, escultura, cine, diseño industrial, diseño gráfico) y no visual (escritura, poesía, didáctica) y sobre temas como la luz, el movimiento y el desarrollo de la creatividad y la fantasía desde la infancia, dejó tras su muerte una variada y amplia obra literaria propia con contenido para todos los públicos: desde libros infantiles y textos escolares hasta manuales y ensayos técnicos para los estudiantes y profesionales del campo del diseño. 

A lo largo de toda su carrera, cabe destacar que tuvo como objetivo la búsqueda de formas que simplificaran y clarificaran el proceso del diseño, y fue hacia el final de ella, en 1971, coincidiendo con una época de gran crecimiento económico en Italia, cuando se centró en temas relacionados con la didáctica, la psicología y la pedagogía para lograr su fin y escribir el libro Artista y diseñador. 

En él, expone el lenguaje visual creado, por un lado, en el arte, y por otro, en el diseño; y ejemplifica cómo a menudo se funden y confunden, y en otras ocasiones, se distancian y se obvian entre sí. Parte de una maquetación atípica y experimental, obra del propio Bruno Munari y con instrucciones previas a la lectura, que permite efectuar varios tipos de lectura según las preferencias del lector. Esta maquetación se encuentra estructurada en dos diferenciadas e intercaladas partes: una que conforma el texto principal y una secundaria en la que se exponen anotaciones del autor. 

De fácil lectura debido a su lenguaje, apoyado de imágenes y citas de distintos artistas y diseñadores y con un tono humorístico, Munari nos ilustra la distinción entre estos dos universos, que en ocasiones conectan y en otras se distancian, desarrollando y explicando la verdadera esencia y función de cada uno de estos mundos en la sociedad. 

Crítica personal de Carmen Herrero

Pese a que han pasado ya 50 años de la publicación de este escrito, gran parte de los conceptos que se exponen en él siguen vigentes en nuestro día a día, y más siendo nosotras parte de ese universo artístico que se describe. La manera que tiene Bruno Munari de redactar y ejemplificar cada uno de los capítulos desde un punto de vista teórico pero con un tono desenfadado, fácil de entender y en muchos casos cómico, ayuda a caer en la cuenta de en qué puntos es más fuerte y completo el perfil de un diseñador y en qué otros es más acertado el de un artista, así cómo la manera y lugar en los que debería trabajar cada uno de estos perfiles. Ante todo esto, cabe destacar de nuevo la maquetación atípica del libro, que con la libre elección de lectura, permite que el lector escoja la más adecuada y cómoda para él mismo y su propio entendimiento. 

Con todo, y en algunos casos, diversos capítulos pueden llegar a parecer repetitivos en una lectura continua, ya que la similitud entre conceptos puede llevar al lector a pensar que ya ha leído anteriormente lo que se vuelve a exponer. En otros casos, la picardía y astucia del autor hacen que se obvie el nombre de algunos artistas de los que se expone su obra, dejando que el lector lo adivine o con la intención de invitarle a investigar para llegar a conocerlo, por lo que, en casos en los que el lector no esté familiarizado con el mundo del diseño o el arte, puede llegar a ser confuso. 

Crítica personal de Lucía 

Como bien ha comenzado mi compañera Carmen, a pesar de ser una obra publicada hace 50 años, considero que es un libro que, precisamente por su atemporalidad, es fundamental para comprender conceptos básicos relacionados con el mundo creativo, como son la diferencia entre el arte y el diseño y su metodología y funcionalidad. 

Su lenguaje exento de una gran cantidad de tecnicismos hace de él un libro ameno y de fácil comprensión, en ocasiones utilizando un tono humorístico, lo que genera un mayor interés en el lector para continuar su lectura. Como el autor explica antes de comenzar la lectura, su maquetación es excepcional, creada por él mismo, donde incluye citas de distintos artistas y diseñadores, con una diferenciación en la edición entre los conceptos del arte y los del diseño. Es precisamente esta maquetación la que también ayuda a explicar las diferencias entre el arte y diseño, sus metodologías y sus funcionalidades. 

Debido a los conceptos, a veces comunes entre arte y diseño, y a veces no, la obra puede parecer repetitiva en algunas ocasiones, pero la inclusión de un nuevo matiz en cada ejemplo que va aportando enriquece cada vez más la definición de estos conceptos. 

Con todo lo expuesto, sin duda recomendaríamos este libro por su atemporalidad, su lenguaje ameno y por los conceptos que se exponen en él: útiles y necesarios tanto para artistas como diseñadores y que sin duda, siguen y seguirán vigentes en nuestro día a día dentro de los universos creativos y sin cerrar la puerta a la gran pregunta: «¿es el diseño arte?».