Tomando como punto de partida la villa que construyó junto al mar en la Costa Azul, E-1027, villa conocida por los murales que Le Corbusier pintó en su interior sin su consentimiento, el libro-cómic recorre la vida de esta diseñadora y arquitecta que vivió cerca de 100 años y que fue una de las pioneras del Movimiento Moderno. Página tras página, describe su manera de concebir la arquitectura y el diseño a través de su mirada. Gray introdujo una nueva forma de dividir los interiores usando biombos, estanterías o módulos de almacenaje como elementos arquitectónicos.

Centrado en la villa E-1027, la casa la proyectó para su pareja del momento, el arquitecto Jean Badovici y para la cual diseñó la mayoría de los muebles. Considerada una de las obras maestras de la arquitectura del siglo XX, Eileen Gray defendía que la casa no era una máquina para vivir, y que debía ser una extensión del habitante, diseñada desde el equilibrio perfecto entre la razón y el instinto. La villa fue abandonada en los años 90 durante años y tras años de decadencia,  y gracias al interés de preservar las pinturas del arquitecto, se recuperó la villa. A día de hoy, se trata de una auténtica leyenda de la arquitectura  moderna por los murales pintados sin permiso por Le Corbusier, por otorgar la autoría de la casa a Badovici y por ignorar el nombre de su auténtica protagonista. 

La diseñadora y arquitecta invisibilizada y olvidada durante mucho tiempo, no recibió el reconocimiento que merece hasta poco antes de morir. 

Irlandesa, hija de un pintor y una baronesa, Gray inició su formación en Londres, donde se matriculó en la escuela de Bellas Artes para seguir los pasos de su padre. En 1900, viajó a París por primera vez para visitar la Exposición Universal, regresa en 1906 descubriendo el mundo del lacado de la mano del artista japonés Seizo Sugawara. Con esta técnica consiguió un estilo único que le llevarían a alcanzar el reconocimiento y a abrir su propio taller de mobiliario lacado. Tras la Primera Guerra Mundial, reorientó su actividad al interiorismo y el diseño de muebles. Conoce al arquitecto rumano Jean Badovici, -que se convierte en su amante-, y comienza a adentrarse en el mundo de la arquitectura. Así, en 1924 levantó en la costa sur de Francia su propia casa de vacaciones, la E-1027.