Las diseñadoras de Bauhaus: Una revolución silenciosa

Las diseñadoras de la Bauhaus: historia de una revolución silenciosa, es un libro escrito por Marisa Vadillo, doctorada en Bellas Artes y profesora del Departamento de dibujo en la Universidad de Sevilla. Su tesis doctoral se tituló Las artistas de la Bauhaus: una revisión del arte y del diseño femenino, donde realizó su investigación sobre la presencia de mujeres en las escuelas de arte y en los movimientos artísticos de vanguardia, por lo que está totalmente conectada con el tema de este libro, que se publicó en 2017 en Madrid, por la Editorial La Fábrica.

El lugar y época de publicación podrían ser algo relevantes ya que el libro se publicó en un momento de interés por la recuperación de la historia de las mujeres y su papel en la cultura, y también porque demuestra que sigue habiendo interés por la historia de la Bauhaus.

El libro tiene 296 páginas divididas en tres capítulos, en los cuales el primero empieza hablando sobre diseño y su situación en Europa a principios del siglo XX y como la Bauhaus inventa el diseño contemporáneo y emerge como solución a la pasión por lo nuevo, hasta que se cerró por la presencia de los nazis en 1933. Aun así nos comenta como esta escuela estableció todas las bases del diseño actual, pese a su breve historia.

En el segundo y tercer capítulo, Marisa Vadillo nos relata la historia de las diseñadoras a destacar de dicha escuela. Para empezar con ellas, se centra en las diseñadoras textiles que reinventaron el tejido moderno (tapicerías, moquetas…) ya que Alemania poseía una gran tradición textil debido al frío del país.

En primer lugar, nos habla sobre Gunta Stölzl, una de las diseñadoras que estuvo más tiempo en la escuela, donde empezó como alumna y acabó siendo maestra y dirigiendo el Taller de tejido. También está el caso de Anni Albers, pionera en este arte textil y que experimentó con nuevos materiales y técnicas innovadoras. Una de sus obras fue el mural para el Rockefeller Center.

Otra de las diseñadoras a destacar de la Bauhaus en cuanto a diseño textil fue Otti Berger, que se convirtió en una de sus alumnas más destacadas. Realizó muchos escritos que se llegaron a publicar en revistas, sobre el diseño textil, trabajó con diversas compañías internacionales y se le pudo reconocer gracias a todo ello parte de su trabajo como diseñadora y artista, aunque finalmente fuera reportada a Auschwitz debido a su condición personal.

Margarete Reichardt fue otra de las alumnas de diseño textil que destaca Marisa Vadillo. Fue una persona muy inquieta y la forma más íntima de conocerla fue gracias a su casa-museo, llena de tapices, alfombras y tejidos hechos por ella. Además, se pudo encontrar en su taller personal telares y artilugios varios donde trabaja el textil, instrumentos, esculturas textiles…y gracias a todo ello se le sigue considerando una artista brillante a día de hoy.

Como última diseñadora de este capítulo dos, nos cuenta la historia de Else Mogelin, que estuvo en la escuela desde el 1929 hasta el 1933, y quien en su obra textil nos enseña una parte más pictórica que sus compañeras, y quien tenía muy presente la naturaleza y el paisaje a la hora de realizar sus obras. Ella también nos presenta una producción textil más artesanal que industrial con una estética más artística.

El tercer capítulo, está dedicado a las diseñadoras disidentes, aquellas diseñadoras que se alejaron del diseño textil, al que parecían encaminar a todas las mujeres. En Bauhaus no estaba bien valorada la figura de la mujer en el terreno de la arquitectura, de modo que se fueron a otro tipo de diseño, como el de juguete, producto, fotografía…

Este es el caso de Marianne Brandt, que destacó en el diseño de objetos metálicos, como lámparas, teteras, ceniceros…aparte de ser también una buena fotógrafa y pintora. Otra diseñadora referente de la Bauhaus en este libro es Alma Siedhoff-Buscher, que se especializó en el diseño de mobiliario infantil y consiguió unos diseños de gran calidad en ese ámbito, utilizando formas simples, una proporción adecuada y basándose en los colores primarios. Gracias a ellos consiguió un éxito comercial y un gran reconocimiento en este campo.

Marguerite Wildenhain-Friedlaender, se convirtió en una gran ceramista que también alcanzó gran éxito en los Estados Unidos con su cerámica Pond Hall. Aunque llegó a la Bauhaus cuando el taller de cerámica solo era una habitación con un horno, ella siguió formándose hasta conseguir un dominio de esta técnica y obteniendo un gran reconocimiento en su trabajo.

Casi por último tenemos a Grete Heymann-Marks, otra ceramista destacable en la Bauhaus a pesar de haber formado parte de la escuela solamente unos meses. Su trabajo se hizo muy notorio tras abandonar el centro, donde trabajó en su empresa y creo numerosas piezas cerámicas donde empleaba mucho el pigmento, ya que anteriormente había estudiado pintura. Ilse Fehling fue una de las diseñadoras destacadas por su originalidad y su diseño escenográfico. Creó numerosas esculturas de cartón y papel maché y fue alumna de Paul Klee y del escultor Oskar Schlemmer.

Por otro lado, tenemos a Wera Meyer, que se formó en el taller de muebles de la Bauhaus, y se acabó diplomando en arquitectura. Allí creó sus propios diseños como un taburete para niños, una tumbona o una mesa de té plegable. En los años 30 trabajó como ilustradora en la fábrica de aviones Junkers en Dessau y posteriormente triunfó con piezas de mobiliario y mobiliario infantil, así como en el mundo de la arquitectura y el diseño de interiores. 

Por último, esta Annemarie Mauck, otra arquitecta que también triunfó con sus trabajos de interiorismo y mobiliario, además de sus trabajos arquitectónicos a pesar de ser uno de los oficios más difíciles para una mujer de la época.

En mi opinión, es un libro imprescindible para todas las personas interesadas en la historia del arte y el diseño y en la lucha por la igualdad de género.

Con él se aprende mucho sobre la contribución de las mujeres en el mundo del diseño y la arquitectura. Como aspectos positivos del libro tenemos cómo la figura femenina fue más importante de lo que pensamos en la historia del diseño y el enfoque sobre la lucha de estas mujeres por la igualdad de género en un mundo dominado por los hombres.

Como aspecto negativo no destacaría nada, ya que está bastante centrado en las mujeres más destacadas y eso nos hace aprender mucho de ellas, tanto dentro de la escuela como en su vida posterior, por lo que podemos ver cómo de importantes fueron en el mundo del diseño también fuera de la Bauhaus.

Me ha encantado aprender sobre todas ellas, ya que me resulta sorprendente situarme en una época tan difícil social y políticamente, aparte de sentirme muy interesada tantoen el diseño textil, como en el diseño de mobiliario, interiores y producto en general desde hace años, por lo que me parecen además de grandes artistas, unas heroínas.