Anatxu Zabalbeascoa (Barcelona, 1966) es periodista e historiadora especializada en arquitectura, trabaja como crítica para el diario El País. En paralelo escribe periódicamente en el blog Del tirador a la ciudad y es autora de varios libros de arquitectura, entre otros, Las casas del siglo (1998), Vidas construidas (1998) o Minimalismos (2001), todos ellos publicados por la Editorial Gustavo Gili.

En Todo sobre la casa, narra aquellos hechos que han configurado la evolución de la casa y de nuestros hábitos domésticos. Arquitectura, tecnología y vida privada, nos relata la historia de seis espacios −baño, cocina, dormitorio, jardín, salón, comedor− para desvelarnos la evolución de nuestra propia cotidianidad. Por sus páginas no sólo desfilan Le Corbusier y Mies Van der Rohe, el estilo Imperio y los jardines colgantes de Babilonia, sino también inventores y decoradores, políticos y monarcas, así como nobles, burgueses y campesinos.

El estudio de la autora se narra junto a las ilustraciones de Riki Blanco, que han sido creadas especialmente para este libro, para así reconocer y ubicar lo escrito en el contexto adecuado.

La autora, tras años de investigación, consigue llegar tanto a lectores interesados en la arquitectura como a lectores que se acerquen por mera curiosidad. Nos cuenta las costumbres de cómo se vivía en la antigüedad, pasando por la realeza hasta la clase social más baja. Ha simplificado y agrupado la información, así que hace un recorrido por cada parte de la casa y nos descubre el origen de nuestros hábitos domésticos.

Su objetivo es narrar de forma amena y sencilla cómo hemos llegado a lo que llamamos hoy en día “una casa” y cómo se ha transformado a partir de nuestros hábitos domésticos y estilo de vida. Hablando sobre arquitectura, diseño, tecnología e incluso haciendo un análisis social de las épocas, para contar la historia de los seis espacios principales de las viviendas y la evolución de nuestra cotidianidad. Además, narra los hechos y costumbres en cada momento histórico a través de burgueses, diseñadores, inventores, políticos y campesinos.

Como ya hemos dicho, se centra en la historia de seis espacios: el baño, la cocina, el comedor, el dormitorio, el jardín y el salón. Estas seis partes están estructuradas a modo de capítulos independientes, pero cada una de ellas, se relaciona con la otra.

Finalmente, cierra con una bibliografía extensa e información de fuentes que utilizó en su investigación y agradece a toda la gente que durante esos 10 años que estuvo escribiendo el libro de una forma u otra le ayuda en el.

Las partes positivas del libro son muchas, una de ellas es cómo está estructurado. Habla con detalle de todas las estancias mencionadas y se puede apreciar de forma muy clara las costumbres, los antecedentes, las épocas y estilos. Para un interiorista es muy importante saber el porqué de las cosas, por ello es muy importante este libro para el hábitat de hoy en día. Además no se trata de un libro complicado, sino todo lo contrario, es fácil de leer y para aquellos que aman la arquitectura y el interiorismo, cada vez que pasas una página la intriga aumenta, es necesario saber sobre nuestro propio pasado.

Un aspecto clave de la lectura de este libro, es cómo consigue dar una visión general y clara de toda la historia tan solo aportando la información relevante, de forma breve, bien redactada, conectada con el resto de información y el hilo principal. Tratándose de un libro riguroso y documentado. Ayudado por ejemplos representativos e importantes en el mundo del diseño y la arquitectura, que te ayudan a trasladar la lectura a la realidad, aunque en determinados momentos los ejemplos no siguen un orden cronológico claro, dando saltos al pasado, y puede confundirte o desorientarte conforme avanzas en la historia y con la lectura.

Por supuesto que recomendaríamos el libro, ya que ayuda mucho a entender la historia de cada parte de la casa, y el porqué de cómo lo distribuimos en la actualidad. Iría dirigido a lectores que estén interesados en arquitectura y diseño ya que este libro nos ayudará a entender las maneras de habitar de hoy en día.

Además la lectura se hace entretenida con las ilustraciones que poco a poco van surgiendo para que de forma visual se entienda un poco mejor lo que ocurría y cómo se iban formando las estancias de una casa. También son interesantes los contrastes que aparecen en el texto, resaltando oraciones con una tipografía de mayor tamaño y un color diferente. 

El libro lo podemos encontrar físicamente en librerías y también se puede adquirir por internet en gran cantidad de bibliotecas o en librerías web, incluso en formato e-book.

Esta publicación no ha dejado indiferentes a las personas interesadas en el diseño y que la han leído ante los datos que aporta la autora. En diferentes portales web, estas personas han publicado su opinión sobre lo que les ha gustado y lo que preferirían cambiar de este libro. Principalmente hablan de cómo se ha cuidado la presentación, el material del papel y el formato original. También comentan que es un libro entretenido, didáctico, lleno de datos, y por supuesto merece la pena comprarlo.

Como estudiantes de diseño de interiores nos ha resultado muy interesante aprender sobre la aparición de cada estancia, su importancia dentro del hogar, y cómo ha llegado a ser lo que conocemos como vivienda en la actualidad. La lectura está enfocada para un público interesado en el diseño, el interiorismo o incluso los hábitos y costumbres propias de los hogares. Con el objetivo de conocer en mayor profundidad las estancias de un hogar, las costumbres de cuidado personal y de la cocina, o la utilidad de las primeras piezas de mobiliario así como su evolución. A pesar de ello, creemos que a cualquier persona con interés y curiosidad sobre el tema le podría resultar interesante esta lectura, no solamente por la información sino también por el apoyo visual que aportan las ilustraciones. 

En definitiva, podemos decir que este libro es perfecto para todo aquel que esté interesado en profundizar sobre la historia de la casa como entidad, ya que para saber hacia dónde nos dirigimos es necesario conocer de dónde venimos.