Eileen Gray

Este libro narra la trayectoria como arquitecta de Eileen Gray a través de sus proyectos hasta convertirse en una de las arquitectas y diseñadoras más relevantes del siglo XX.

Estudió bellas artes en Londres y en París, donde conoce al lacador Seizo Sugawara quien le enseña a trabajar las técnicas tradicionales orientales, a las cuales les dio una aplicación orientas y novedosa a la que recurrió en muchos de sus diseños posteriores.

Visita la Exposición Universal de París de 1900 además de el Victoria & Albert Museum, donde conoce el movimiento Art Decó al que pertenecen sus primeros diseños como el apartamento de la Rue Lota, el boudoir de Montecarlo o los diseños de su propia tienda Jean Dèsert.

Durante esta etapa, Eileen recibe muchas críticas, lo que le lleva a conocer a Jean Badovici. Juntos viajan por Europa para conocer más de cerca las tendencias del momento. A su regreso empiezan un proyecto de vivienda en línea a con las teorías del movimiento moderno y dstijl, el mobiliario de la casa renuncia a los materiales exóticos para experimentar con el acero tubular,haciéndolo más ligero y versátil, pero oponiendose al concepto de artista total que desde su punto de vista suponía una aceptación generalizada, un gusto colectivo o un ideal asociado a la Bauhaus y a D’Stijl. Sus diseños surgen de la preocupación por el bien estar y el confort personal de los habitantes teniendo en cuenta la necesidad humana de descubrir, ciertas características que expresen sus personalidades individuales y sus gustos propios dentro de las viviendas.

A pesar del gran trabajo, la casa se hizo famosa por los murales que Le Corbusier pintó en las paredes de la villa sin su consentimiento, lo que por otra parte ayudó a la conservación de la casa considerada una obra de arte.

En su segundo proyecto de vivienda trabaja en solitario para poder desarrollar mejor sus críticas y su ideario con respecto al movimiento moderno y las artes decorativas, guiándose por su instinto creativo innato en el que pocos confiaron En cuanto a la arquitectura, proyectó la villa aplicando principios lecorbusianos y modernos pero siempre tomándose ciertas libertades, rechazando la pureza volumétrica en favor de un movimiento más dinámico de los elementos ya que la relación de los mismos en el espacio era uno de los factores principales en su arquitectura. En cuanto al mobiliario, sigue experimentando con acero tubular y barras de metal, pero esta vez crea mayor contraste y se aleja del funcionalismo para crear unos diseños más estilizados y multifuncionales.

Finalmente reforma una casa en Lou Pèrou donde continua experimentando en cuanto a la relación de los elementos en el espacio y del mobiliario como extensión del individuo.

Se convirtió en una de las diseñadoras más relevantes del momento tras vender la patente de algunos de sus diseños a diferentes marcas las cuales siguen vendiendo sus productos actualmente. A pesar de ser mujer y de las numerosas críticas que recibió a lo largo de su vida, consiguió hacerse un hueco dentro del Art Decó y del movimiento moderno proyectando diseños atemporales que se convirtieron en grandes iconos del diseño.