Lo esencial: El diseño y otras cosas de la vida

Lo esencial: El diseño y otras cosas de la vida es un libro escrito por Miguel Milà, uno de los pioneros y maestros del diseño industrial en nuestro país. Nació en 1931 en Barcelona y en este libro ha querido escribir parte de sus vivencias y su relación con este mundo desde que era niño hasta el día de hoy.

Ha recibido premios como el Premio Nacional de Diseño, el Compasso d’Oro y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Este libro se publicó en 2019 y es el único que ha escrito a lo largo de su vida ya que como dice en el comienzo, le gusta la tranquilidad y no le gusta nada trabajar bajo presión o que la gente

se cree expectativas sobre él. No lee porque dice que se impacienta, por ese carácter y mentalidad tan inquieta, por eso, ha tardado toda una vida en llegar a escribirlo, y la mayoría de lo que podemos encontrar en su interior, es más un resumen de sus vivencias y pensamientos escritas de una manera totalmente natural, que cualquier otra cosa. Nos habla mucho de él, como persona y de su pensamiento como diseñador.

Seguido del prólogo, continúan 41 capítulos breves, donde cada uno se centra en un aspecto diferente de su vida. No están entrelazados entre ellos ya que cuenta anécdotas diversas en cada uno. Tras ello, le sigue el decálogo, el epílogo y una cronología con todos los hechos importantes que han habido a lo largo de su carrera como diseñador, y todo lo importante ocurrido desde que nació (premios, participaciones, congresos…).

En este libro, Miguel Milà nos comenta como él, personalmente, ha vivido el diseño, prácticamente desde pequeño, donde en mitad de la guerra, comenzó a construir con sus hermanos lo que podía con lo que tenían. De esa faceta que ha sabido alargar a lo largo de su vida, se considera un “evolucionario” y presostenible. Le encanta rescatar objetos, reparar y reciclar, ya que para él la vida es más cambio que acumulación, o al menos así debería ser.

No considera que el diseño sea crear por crear, sino saber resolver, aunque sea con una mejora discreta. Por ello, nos define el diseño como una unión entre solución y belleza, y todo debe ser razonable. El diseño nació para mejorar la vida del usuario y embellecerla.

Siempre ha sido una persona con proyectos entre manos, y en sus diseños podemos ver claramente su visión por lo sencillo, diseños que tras años y años desde que fueron creados en su mente, al fin le están dando sus frutos. Se muestra orgulloso de ello, aunque haya pasado tanto para lograrlo.

A pesar de empezar a estudiar arquitectura y dejarse la carrera, de haber trabajado durante años previos como diseñador de interiores y exposiciones, acabó volviendo a diseñar objetos, como en su infancia, pero siempre a su ritmo, y sin meterse en presiones bajo las cuales no se encuentra a gusto. Ha sabido crear productos totalmente atemporales y que no pasan de moda, y, de hecho, a día de hoy, aún sigue actualizándose en el terreno, por ejemplo innovando en diseños con fibras naturales, junto a uno de sus hijos, Gonzalo, también diseñador industrial.

Como diseñador, ve la importancia, por ejemplo, del grandioso IKEA, y agradece que hayan podido meter a la sociedad en el mundo del diseño. Considera que, con la modernidad, se confundía lo simple con lo barato, y de ahí que todo lo simple pagara ese precio, pero IKEA ha sabido llenar las casas de la sociedad con diseño simple, bello y si no barato, accesible.

Miguel también comenta en el libro que está en contra de acumular cosas, algo que hoy en día parece resultarle imposible a la mayoría de la población, debido a las compras sin control, donde no llegamos a plantearnos si algo lo necesitamos o no. En uno de los capítulos nos habla sobre su madre y era una de las cualidades que la definían también.

Considera que un diseño propio tiene más sentido que un encargo, porque siempre resolverá un problema que uno ha visto con sus propios ojos y puede darle una mejor solución, observando y entendiendo. De ahí que, en toda su vida como diseñador industrial, únicamente haya trabajado con briefings o plazos, en contadas ocasiones.

Cuando se considera evolucionario más que revolucionario, es porque no da nada por perdido. Le emociona terminar una idea, un proyecto, y esa emoción le hace ser precipitado y minucioso. Quizás por esa impaciencia nunca ha trabajado con el ordenador, y hay veces que ha sido capaz de diseñar incluso sin lápiz ni papel, pero no cree que pueda trabajar sin sus herramientas, las que considera una extensión del brazo. Por eso, él no planifica sus diseños, los construye.

En resumen, Miguel Milà en Lo esencial, nos describe parte de su ser, de su forma de trabajo, de sus definiciones en cuanto a lo que tiene que ser diseño, y lo más relevante, de lo que debe ser importante en la vida (la familia, los amigos, lo que nos rodea día a día…).

La valoración general de este libro es totalmente positiva. Me ha sorprendido para bien, y a pesar de seguir algunos de sus diseños desde hace tiempo, tras leerle de esta manera tan personal y natural, de saber más sobre su carrera y su trabajo, sobre su forma de ser y de hacer…me puedo considerar fan absoluta de Miguel Milà.

Me gusta que no se haya centrado en nada concreto a la hora de escribir, que haya comentado tantas cosas que aun quizás sin intención, te hacen analizar y pensar en ello, como la forma de vivir de antes y ahora.

Personalmente, creo que me veo muy reflejada en él, tanto por su forma de ser y de crear (sin presiones, intentando rescatar todo lo que puede, reciclando, y trabajándolo con sus propias manos y herramientas…).

Me ha encantado cómo ha sabido definir el diseño sin puntualizar ni dar ejemplos concretos. Creo que es una lectura que se lee de una forma bastante amena, ya que, al ser autobiográfico, incluso para una persona lejos del mundo del diseño, puede resultar interesante. Se aprenden cosas de la vida, y no solo de diseño, y nos enseña como una pasión puede mantenerse durante toda una vida sin desgastar, algo que, para mí, es envidiable y admirable.